viernes, 17 de diciembre de 2010

¿Qué he aprendido?

Al hacerme esta pregunta lo primero que me viene a la cabeza no son conceptos teóricos adquiridos típicos de la materia que da nombre a la asignatura. Lo primero en lo que pienso es en haber participado en un proyecto educativo diferente. Esta es una clase distinta a las demás en muchos aspectos. En primer lugar, no da la impresión de que el profesor esté juzgando a los estudiantes en todo momento, maquinando en su cerebro la nota que debe poner a cada uno, como parecen hacer muchos otros docentes. Se agradece comprobar que existen alternativas a la hora de impartir una clase, más allá del llegar a clase, soltar una parrafada de apuntes e irse sin intercambiar ni una palabra con los alumnos. Además, el hecho de evaluar el trabajo continuado a lo largo del año, en vez de hacer una prueba puntual como un examen, me parece bastante más efectivo. Al fin y al cabo, cuando existe un examen, inconscientemente atendemos al profesor solo cuando explica algo relacionado con él, es decir, cuando da apuntes susceptibles de entrar en el examen. El hecho de que no exista esa prueba otorga un sentido global a las clases, que no tienen como fin el aprobar un examen sino el disfrutar del placer que da adquirir nuevos conocimientos.

Por supuesto, también he aprendido cosas relacionadas con el sistema económico mundial, ya sea en las clases cuando intercambiamos visiones sobre la realidad económica actual, o cuando realizo tareas relacionadas con la investigación grupal.

En definitiva, es muy de agradecer el que existan modelos alternativos de enseñanza, que huyen de la comunicación unidireccional y permiten a los estudiantes expresarse más allá de los típicos cauces como los exámenes.

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